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Ética en la Iglesia Primitiva - Servir y Sufrir-5
La Enseñanza de Jesús y
Ética en la Iglesia Primitiva: Servir y Sufrir
Hch 2:22-24
Introducción:
- La ética demostrada por nuestro Rey y que culmina en la cruz es bastante exigente.
- Al igual que Jacobo y Juan, queremos ser exaltados, pero no comprendemos la intensidad y la magnitud del servicio y el sufrimiento requerido.
- En esta lección, examinaremos más a fondo la enseñanza de Jesús y consideraremos cómo los apóstoles pidieron a los primeros cristianos que implementaran la enseñanza en sus vidas. Además, aprenderemos que la enseñanza de Jesús no solo nos pide que realicemos la enseñanza en nuestras propias vidas, sino que nos comprometamos con el mundo en la misión salvadora y el propósito de nuestro Dios.
Discusión:
- Los dos grandes aspectos de la tarea mesiánica son gobernar y servir.
- Esto es evidente en Mc. 10:32-45.
- Jacobo y Juan asumen que Jesús tiene autoridad como gobernante.
- Su madre le dijo a Jesús, “Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.” (Mt. 20:21).
- Pero su liderazgo es un liderazgo de servicio (Mc. 10:43-45).
- En un registro paralelo en Lc. 22:24ss la tarea de servicio es el énfasis. Jesús dijo, “yo estoy entre vosotros como el que sirve.”
- Jesús se identifica a sí mismo como "el Hijo del Hombre” (Mc. 10:45). Esta frase viene de Dn. 7:13-14 y enfatiza en el gobierno de "el Hijo del Hombre", una frase en este pasaje asociada con el rey mesiánico.
- Pero no es solo el Rey quien sirve. Discipulado es sinónimo de servicio, sacrificio y sufrimiento.
- Jesús le preguntó a Jacobo y Juan, “¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?” (Mc. 10:38). “el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.” (Mc. 10:43-44). “el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mc. 10:45).
- En el Sermón del Monte, Jesús había dicho, “Bienaventurados los que padecen persecución . . . Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.” (Mt. 5:10-11).
- Los cristianos del primer siglo fueron animados a soportar el sufrimiento como parte de estar en el reino.
- Heb. 10:32ss recuerda a sus lectores que han soportado “gran combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.”
- “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (Stg. 1:2).
- “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.” (1 Pe. 4:12-13).
- 1 Pe. 2:21-24 cita a Jesús como el ejemplo que debemos seguir.
- Así, la tarea mesiánica implica un gobierno de servicio caracterizada por el sufrimiento.
- La ética cristiana contrasta con el camino del mundo. El mundo exige ser servido. El cristianismo sirve.
- Jesús dice, los “gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, … Pero no será así entre vosotros” (Mc. 10:42-43).
- Esta es una frase similar usada en Ef. 4:20 Pablo contrastó la manera de los gentiles contra la manera del pueblo de Dios. Él dice: “Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo.”
- La separación del pueblo de Dios es descrita de esta manera.
- Es evidente en Israel en A.T. (2 Sm. 13:12).
- Cuando Amnón desó a Tamar, su hermana, él fingió estar enfermo y buscó tener relaciones con ella.
- Ella trató de evitar el asalto sexual diciendo: “No, hermano mío, no abuses de mí, porque tal cosa no se hace en Israel.”
- Fue descrito como una "cosa vergonzosa", que resultó en un "reproche". Ella dijo: “tú serías como uno de los insensatos de Israel.”
- Así, la ética cristiana comienza con el Rey y se extiende a su pueblo, separándolos de todos los demás.
- Pero no es una cuestión de justicia propia, pues así vemos a los demás con desprecio (cf. Lc. 18:9-12).
- En cambio, implica el reconocimiento de que la justicia solo es posible por el sacrificio del Rey.
- La ética cristiana se extiende a los muchos (Mc. 10:45; 14:24).
- Como el rey dio su vida en rescate por muchos, sus discípulos se entregan por los demás. Esta es la ética cristiana.
- ¿Eres prescindible por el bien común? ¿A qué se parece esto?
- Volviendo la otra mejilla (Mt. 5:39-42).
- Amar a tus enemigos y orar por los que te persiguen (Mt. 5:44).
- Adore sin preocuparse por la alabanza de los hombres (Mt. 6:6ss).
- Perdonar a otros (Mt. 6:14).
- Ser bondadosos en el juicio (Mt. 7:1ss).
- Ilustraciones de 1 Co.
- “¿Por qué no sufrís más bien el agravio?” (6:7).
- “no sois vuestros, Porque habéis sido comprados por precio” (6:19).
- En el matrimonio su cuerpo es para su cónyuge (7:4).
- imite sus derechos por los del otro (8:13).
- Los dones espirituales son para el bien común (12:7).
- Dando (16:1; 2 Co. 8:9).
- Sobrellevad las cargas de los otros (Gal. 6:2).
- Sujetarse unos a otros (Ef. 5:21).
- De hecho, nos preocupa conformarnos a nosotros mismos como el cuerpo elegido, separados del mundo y su maldad, pero nuestra percepción debe ser más grande que ser un pueblo salvado. Somos un pueblo salvador.
- Me temo que esta última parte de la tarea del reino está disminuida hoy. Estamos muy contentos de ser personas salvas, elegidas por privilegio, y prestamos la mínima atención a la misión de dar nuestras vidas por los muchos en la misión evangelística.
- Hacemos que las palabras y los hechos de Jesús sean la norma y el patrón de nuestra disciplina interna en lugar de permitirles que nos inspiren con la misión de buscar y salvar a los perdidos.
- La ética del reino no se trata solo de nuestra disciplina personal.
- Somos una influencia de sal y luz.
- En la gran comisión, el Rey nos pide que nos comprometamos con el mundo (Mt. 28:18-20).
- Es evidente que esta era la mente de la iglesia primitiva.
- Resumen y Conclusión.
- La ética del Reino encuentra su origen en Dios.
- El Rey Mesiánico interpreta y ejemplifica el ideal.
- Este ideal se refleja en la declaración: “Que os améis unos a otros, como yo os he amado.”
- e ve en la declaración: “el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
- Esta ética es una ética de servicio y auto sacrificio.
- Somos llamados a salir del mundo y comprometernos con el mundo.
- “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.” (Mc. 8:34-35).
- “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” (Lc. 14:27).
- “el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.” (Mt. 10:38-39).
- “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia” (Col. 1:24).
- “Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.” (2 Co. 1:5).
- Fil. 3:7-11.
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
- “traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús” (Gal. 6:17).
- “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por Él” (Fil. 1:29).
- “Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Ef. 5:25).
- Fil. 2:3-11.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Conclusión:
- ¿Eres sacrificable para el Reino de Dios? ¿Te darás completa y totalmente como tu Rey se dio a sí mismo?
- ¿Servirás como Él sirve? ¿Amarás como Él ama?
- ¿Serás santo como tu Padre celestial es santo?